MENSAJE DEL OBISPO
22 de abril de 2020
Dios continúe bendiciendo vuestras vidas de manera especial. Una vez más me dirijo a la familia de la fe para saludarles y estimularle a creer y confiar en Dios que aún no nos ha dejado, siempre dice presente y tiene el control de todas las cosas.
Aún continuamos enfrentando el Coronavirus que continúa golpeando a las familias del planeta, incluyendo la nuestra. Al presente no hay una vacuna médica para este virus, pero creo que sí, hay una y es la vacuna de la prevención. Aconsejo además nos mantengamos informados, no para atemorizarnos, sino para evitar ser contagiados y así frenar esta pandemia. Como ustedes saben las organizaciones de la salud y los líderes que nos presiden han establecido ciertas normas por nuestro bienestar. Es necesario obedecer siempre y cuando no esté en contra de la Palabra de Dios. Tenemos que sujetarnos a ello para que unidos podamos erradicar o por lo menos disminuir esta pandemia, y el consejo es mantener la distancia, utilizar máscaras y guantes para evitar ser contaminados o contaminar a otros.
No podemos tomar esta situación con liviandad, tenemos que tomarlo muy en serio. Lamentamos que no podamos reunirnos en nuestros templos como congregación, pero gracias a la tecnología muchas de nuestras congregaciones están celebrando los servicios por la internet. Les felicito porque no se han cruzado de manos. Esta pandemia ha cambiado nuestro ritmo de vida, pero tenemos que continuar mirando al cielo porque de ahí viene nuestro socorro. Para evitar la propagación de esta pandemia hemos tenido que cancelar muchas de nuestras actividades, tales como convenciones de Distritos, Campos Misioneros, convenciones de Asociaciones entre otras.
Confiamos con la ayuda de Dios esta crisis sea erradicada y que podamos con dificultad volver a la normalidad. Lamentamos las pérdidas humanas en el mundo. No dejemos de orar por los familiares de aquellas personas que han sido víctimas por este flagelo silencioso e invisible. Creo firmemente que la venida de Cristo está cerca y que lo que hoy vivimos es principio de dolores como Dios lo establece en las Sagradas Escrituras. Espero que cada uno de ustedes se encuentren bien de salud y mientras podamos sigamos las instrucciones y no nos pongamos en riego ni pongamos en riesgo a los que nos rodean, especialmente a nuestros seres amados.
Con relación a nuestra actividad cumbre, que estaba pautada para celebrarse en la República Dominicana, en el mes de julio, con mucho dolor le comunicó que en reunión del Comité Ejecutivo Central decidimos cancelar la Convención Internacional en la República Dominicana por causa de la pandemia del Coronavirus. Solicitamos a los Supervisores de Distritos y Representantes de Campos Misioneros puedan enviar sus informes de la labor realizada durante el año eclesiástico. El Departamento de secretaría estará dando más detalles al respecto.
Mantengamos la calma y confiemos que Dios tiene la salida y promesas para nosotros. Los invito a que hagamos rogativas al Señor para que esta plaga se detenga y no continúe cobrando más vidas. La Asamblea de Iglesias Cristianas, Inc. a nivel internacional estaremos orando y ayunando por esta causa. Quiero agradecer a nombre de mi familia a todas aquellas personas que se han preocupado por nuestra salud y lo han demostrado con sus llamadas y oraciones, Dios ha de recompensarle. Por favor, cuídense y protéjanse.
Rev. Abelardo Batista
Obispo y Presidente